Anoche
parecía buena idea.
El humo y la cerveza
se mezclaron con mis ganas
de perderme.
El drum&bass
golpeaba las paredes.
Hielo y hormonas
abocándome
a un viaje de no retorno.
Manos.
Culo.
Espalda.
Lengua.
Cuello. Y vuelta a empezar.
Ser el centro de atención
cuando todo
vuelca.
Retazos de realidad
que mueren
al tercer tequila.
Anoche parecía buena idea.
Hoy ya no:
he despertado sin móvil
sin bragas
y sin ti
haciéndome el puto desayuno,
ese que me prometiste
tras el tercer ron-cola.
Me lo debes.
Promesas y más promesas que no duran más que unas cuantas horas.
ResponderEliminarMe identifico muy mucho con tus poemas :)