29.8.13

Gastroenteritis emocional

No sé
si son gases
o esas putas mariposas
con tu nombre
montándose una rave
en mi hipocondrio izquierdo.

No sé
si son vómitos
o es que quiero
devolverte
las palabras que tragué
cuando no debía.

Cuando empecé
en esto de querer
nadie me contó
que dolía
y ahora guardo reposo
por unas iniciales
que llevo grabadas
a base de quizás.

Verso a verso
creía ahuyentar
el dolor abdominal,
pero sólo intentaba olvidar
las últimas palabras
del médico:

"Señorita,
de gastroenteritis emocional
aún no ha muerto nadie".

28.8.13

Triunvirato



Los juegos
sólo funcionan
si todos los participantes
conocen
su funcionamiento.

Yo accedí
a jugar al tuyo
aunque
nunca tuviste cojones
de
explicarme las reglas.

Quizás
fue culpa mía
por querer...
Querer
seguir la partida
cuando
todos sabían
que iba a perder.

Todos menos yo.

El punto de no retorno
llegó
con la victoria aplastante
de la dopamina
sobre mis endorfinas.

El primer whatsapp.
Debí haber huido
entonces,
pero mis ganas
de hacerte el desayuno
pudieron batir
a mis pies anclados.

El segundo.
El tercero.
El cuarto.
El quinto.

Tu conversación ininteligible
de borracho
de tres al cuarto.

Ese "no sé qué"
que todos veían
y tú
te empeñabas en esconder.

Tus manos
queriendo dibujarme
y yo
viéndote en la sombra.

Mientras yo
cayendo
hasta lo más hondo
sin paracaídas.

Los juegos
sólo funcionan
si todos los participantes
conocen
su funcionamiento.

Hay que joderse.

Aquello no era un juego
más bien
mis ansias de autodestrucción
mezcladas con
tus ganas
de provocar extrasístoles
en una víctima inocente.

Después de muchos meses
queriendo ordenar
lo que no te dije,
acabaré
con una amenaza:

Reza
para que este poema
nunca llegue
a manos de
tu novia.

25.8.13

Yo nunca.

Yo nunca
me he declarado en una hamburguesería
-no quiero novios de cheeseburger y refresco XL-.
Yo nunca
he viajado por la Costa Oeste en un Mustang del 67.
Yo nunca
he salido de casa sin ropa interior.
Yo nunca
supe quién era la guapa de las Olsen.
Yo nunca
he querido sin consecuencias
-siempre me han gustado los deportes.
De riesgo.-
Yo nunca
he bailado descalza bajo la lluvia.
Yo nunca
he comprado ropa de una talla inferior a la mía.
Yo nunca
he pasado más de 24h sin dormir.
Yo nunca
he besado con los ojos abiertos.
Yo nunca
he mentido para mi propio beneficio.
Yo nunca
he sudado amor en un portal.
Yo nunca
he tenido esa típica tópica experiencia homosexual
que se suele tener en la universidad.
Yo nunca
he cogido un autobús pensando en no volver jamás.
Yo nunca
he tenido sexo en otro país.
Yo nunca
he lanzado sujetadores a mi cantante favorito.
Yo nunca
he pedido comida para dos en el chino -vivo sola-.
Yo nunca
he esperado que volvieras por donde te fuiste
-el GPS de tu iPhone
debe de haberse estropeado-.
Yo nunca
he volado en helicóptero.
Yo nunca
he estado enamorada de un hombre mucho mayor que yo
-cuando nos quitamos la ropa,
el DNI importa más bien poco-.
Yo nunca
creí en las estrellas fugaces:
siempre pensé que huir
demasiado a menudo
es de cobardes.

Algunas de estas cosas
son ciertas,
otras no:
pero eso de que yo nunca te quise,
eso
eso es mentira cochina.

24.8.13

Anoche parecía buena idea.

Anoche
parecía buena idea.

El humo y la cerveza
se mezclaron con mis ganas
de perderme.

El drum&bass
golpeaba las paredes.

Hielo y hormonas
abocándome
a un viaje de no retorno.

Manos.
Culo.
Espalda.
Lengua.
Cuello. Y vuelta a empezar.

Ser el centro de atención
cuando todo
vuelca.
Retazos de realidad
que mueren
al tercer tequila.

Anoche parecía buena idea.
Hoy ya no:
he despertado sin móvil
sin bragas
y sin ti
haciéndome el puto desayuno,
ese que me prometiste
tras el tercer ron-cola.

Me lo debes.

19.8.13

Al aeropuerto, por favor.

Los que se van
tienen
la culpa en las pupilas
las ganas en las manos
y el equipaje vacío.

Los que saben
que nunca volverán
llevan la libertad
escrita en la frente.

En la puerta
fuma
el que no se atreve
a huir.

Unas maletas sin dueño
dan vueltas
en la cinta transportadora.

Esperan seguir
un camino
aún sin marcar.

Como yo.
Más o menos.

Última llamada al señor García
para el vuelo
con destino Mallorca:
los hay que se arrepienten
de cada error
que no han cometido todavía.

Los que llegan
tratan de aparentar
con gran destreza.

Aquellos
que desearían
no haber llegado nunca
ni se molestan en disimular.

Y en mitad del caos

ligero de equipaje
con cara de falso señor García.

Después de todo
hueles a café barato
a despedida
y a diciembres a cuatro manos.

Malditos aeropuertos:
da igual si me voy
da igual si soy yo la que se queda.

No puedo evitar sentirme culpable.

14.8.13

¿Entonces?

En la polisemia de "tarde"
me perdí.

Nos perdimos.

En tu idioma es "nunca".
En el mío es "todo".

-Nunca
hay que caerse
en quien da todo
el primer día.-

Buscarnos
como una misma definición
en diccionarios diferentes
sólo nos lleva a Babel.
Sin billete de vuelta.

Únicos habitantes
del mayor error ortográfico
desde que nos cruzamos:
mentirte a ti mismo en singular
cuando tenías el plural
a la vuelta
de la esquina.

Hay que ser imbécil.

Perdón por el improperio.
A veces
dejo salir alguno
para que no se me note.

Que tengo miedo, digo.

Cierto día
comprendí
que poseer mucho
era algo bueno.

Yo regalo mi miedo.
No es generosidad
-no lo necesito-
más bien
egoísmo emocional.

Quédatelo.
Regálalo.
Disfrútalo.

Me niego
a poseer algo
que convierte mis domingos
en tus mediodías.

La venganza
se sirve en plato frío.
De postre,
a poder ser.

-La clave está 
en las pequeñas dosis.-

Frías también son
las reconciliaciones.
Al principio.

Escribir un prólogo
no siempre es fácil
si uno no confía
en la historia que viene
detrás.

Por eso
te propongo un trato:
hagámonoslo todo.

A cuatro manos.

Por una puta vez,
que "no sea para tanto".

7.8.13

Suspenso en ortografía

Detenerse siempre.
Atenerse a las circunstancias.

Atenerse a las circunstancias
de tenerse siempre.

Aquí
los ojos del lingüista
sólo ven.

-Ven solo-

Caracteres,
quizás carácteres.

Cobardía
e
inconsciencia
a dos espacios
de distancia.

Puntos finales
nacidos
para empezar
por(que) sí
según el locutor de un dictado
en el que fallar
da más puntos
que hacerlo como todos
esperan
que hagas.