11.9.13

Lunes.

Mi cuerpo
pesa más hoy
que ayer
y debo deshacerme
de mi afición a titubear
cuando se trata
de hacer
que la máquina funcione.

No hay forma de regular
el agua de la ducha
y a veces pienso que
"amante = todo arreglado"
sería la ecuación perfecta.

Y vuelvo a pensar
en café recién hecho
y Einaudi
entrando por la ventana
pero lo cierto es
que solo tengo
medio brick de zumo
y se me han quemado
las tostadas.

Repito muchas veces
mi palabrota favorita
mientras
tropiezo con el gato
y se me cae el iPhone al suelo.

Puta vida.


que por más que corra
no lograré esquivar
estas desgracias
dignas
de una peli de los Monty Phyton.

Las llaves del coche.
Dónde. Cuándo.
Mierda.
Llego tarde.

Soy tan yo
que hundirme
en "Coco Mademoiselle"
no sólo no me hace sentir mejor
sino que recuerdo
los muchos euros que se irán
en un frasco nuevo
porque éste ha decidido
jurar amor eterno
al suelo de mi habitación.

Cuando al fin
logro salir
dando un portazo épico
recuerdo
la nítida imagen
de las llaves de casa
encima de la mesa de la cocina.

Pero eso sí:
si no deseas
un feliz inicio de semana
eres
un
amargado
de
mierda.

5.9.13

Arcoiris.

Dícese del atisbo de luz
que asoma
después de la
tormenta.

Vamos, 
como tú.

Más o menos.

1.9.13

Instrucciones para sobrellevar una tormenta

Si es su primera vez
no se avergüence
si siente miedo:
hay valientes de postal
que, a día de hoy,
siguen buscando
refugio,
persona u hogar
-lo mismo es-
donde encontrar
su norte
cuando el cielo
se queja.

Asegúrese
de estar solo en casa.

Pida una pizza.

Familiar, a poder ser:
la ingesta de grasa
enmascarará
los escalofríos.

Por último,
póngase una porno
a todo volumen:
los gemidos
ahuyentarán
la sensación de desamparo.