11.12.09
No queda café
“No insistas, no queda café. Por mucho que pierdas los mismos cinco minutos cada mañana intentando tomarte uno, no queda. La máquina no te quiere, y aporreándola distraídamente mientras te miro de reojo vas a conseguir bien poco. Como cuando me abrazas y se hielan los polos. Pues igual. A veces intento averiguar de donde vienes: como los granos de ese café que nunca consigues tomarte porque, como siempre, llego yo antes que tú. Pero también quiero saber a dónde vas, si me llevarás contigo. ¿O no quiero saberlo? No, no, mejor no: las sorpresas siempre son bienvenidas. “
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puede que te sorprenda y mucho.
ResponderEliminarYo creo que a él le gusta que le mires aporrear la máquina, es rutina para él.:)