31.12.09

Historia de una verdad incomprendida.

La pequeña Lúa tenía miedo de la luna. Por eso siempre cerraba los ojos bien fuerte antes de irse a dormir, y no se dejaba abrirlos hasta que la dulce voz de su madre le decía "Ya está, pequeña, ya se ha ido". Y entonces se tapaba con la manta y se volvía a dormir: soñar que eres inocente y ver como sería la vida sin ciertas personas que la arruinan ¡es un regalo que cuesta dejar escapar!. Y azul añil. Y dar vueltas. Y el primer rayo de sol que se chiva de Lúa dormilona, el primer pellizco de verdad que da inicio a un nuevo día, quizás mejor que ayer. Lúa insegura. Lúa cansada. Lúa con esos ojos brillantes que nadie le puede robar.

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Mi caja de cerillas no es muy grande... Pero seguro que puedo hacer un huequito para la tuya :)