9.11.09
contradicción.
Es como compartir el primer cigarrillo del día. Podríamos hablar de cualquier cosa, y yo de repente sonrío. "¿Qué pasa?", me preguntas. "Tienes la nariz roja de frío". Pero también tienes los ojos fríos, y eso no te lo digo: tú mismo me contaste que un escudo les protegía. Igual que el cuento de anoche: los corazones no se rompen. Algunos se encogen cuando duele, otros son tan grandes que sabes que nunca se romperán. Y no se rompen. O como cuando venías a arreglarme la tele. Es demasiado fácil: me mientes, me encoges, me besas, te grito, me aparto, te lloro. No quiero no creerte pero... Solo necesito un cigarrillo de verdad, saber que podemos hacer un buen equipo. Te asusta perder, yo no quiero ganar. Pongamos que es la partida más larga del mundo. ¡No cuesta tanto! Aunque, muy en el fondo, me gusta que te enfades: te sienta bien fruncir el ceño.
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a eso se le llama amor o intento de ello.
ResponderEliminarhay que encontrar el punto medio de las cosas.
el punto medio de los dos, siempre lo suele haber...
la tele tiene tdt?
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