tenéis muchas cosas en común:
un muro construido a golpes,
dos mitades
y el invierno incrustado en
el nombre.
Un camino lleno de obstáculos
donde a veces,
huir,
es tan fácil
como abrir la puerta
e invitarte a entrar.
Un allanamiento de morada
que pierde todo el agravante de nocturnidad
porque el "Grace" de Jeff Buckley
y el vino de las ocasiones especiales
ya dan la suficiente luz.
Berlín no se hizo en un día,
pero nosotros tampoco:
por eso sé que somos
las dos únicas líneas paralelas
cuyo punto de fuga se llama "mañana".
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Mi caja de cerillas no es muy grande... Pero seguro que puedo hacer un huequito para la tuya :)