31.10.09

27 de abril.

Ven.
Piénsame hasta que te duela la cabeza.
Dime que te gusta estar conmigo.
Abrázame.
No quiero saber cuando acabas tú y cuándo comienzo yo.
Mírame fijamente.
Pídeme la hora.
Haz que desee verte.
Camina despacio sin mirar atrás.
Recuérdame cuando llegues.
Confía en mí.
Deja que coja tu mano. Enfádate.
Me gustas cuando estás serio.
Píntame de esperanza.
Sóplame en los ojos.
Imprégname de dulce nostalgia infinita.
Rézame que yo te escucho.
Quiero que llores. Por mí.
¿Serás capaz?
Te puedo dar un premio. Gáname.
Recítame tu mejor poema.
No me dejes dormir. Incluso ahora soy incapaz.
Oblígame a olvidarte.
Pero no me hagas caso. Háblame.
En silencio. Como ella… Sin dejar rastro.

Perdiendo el control.

El primer día. La ilusión se esconde. Segundos que transcurren demasiado rápido. Vainilla y chocolate. La comunicación se basa en un simple silencio. Películas antiguas. Disfrutar la mordacidad. Buscarte. Pero sin que se note. Ojos que hablan. Mirándonos. No ha pasado nada. Otra noche más. Frío y estrellas con música de fondo. Te enciendes el último cigarrillo mientras tratas de no pensar. En el parque. Cuando sólo era nuestro.
¿No lo recuerdas? Tienes miedo. Como yo, como todos. Solo que tú siempre fuiste más débil. Y en el fondo te asusta pensar que un día fuiste feliz. Y que puedes volver a serlo.
Te asusta no controlarte. No controlarme. Te asusta perder el control.